EL COMIENZO: UN IDIOTA CON HAMBRE Y ORGULLO

Todo empezó como empiezan las mejores historias: con una apuesta estúpida y mucho ego. Me grababa comiéndome cosas que ningún ser humano sensato debería probar, desde alitas con Carolina Reaper hasta cucharadas de polvo infernal. Spoiler: sudaba, lloraba... pero lo hacía con una sonrisa. Porque detrás de cada reto había algo más que sufrimiento: había pasión por lo extremo.

DE BROMA A OBSESIÓN

Lo que empezó como "a ver si llego a los 100 likes" se convirtió en un laboratorio casero de fuego. Me obsesioné con entender los chiles, los niveles de picante, las combinaciones imposibles. Mientras otros coleccionaban sellos, yo coleccionaba ampollas en la lengua.

NACIMIENTO DE UNA BESTIA: J.J.FOODIE

Un día me dije: “¿Y si dejo de quemarme la boca gratis y empiezo a vender el infierno embotellado?” Así nació J.J.Foodie Sabor y Fuego, una marca para los que no le tienen miedo a nada. Nada de mierdas suaves. Aquí todo pica, y si no lloras, te devuelvo el alma.

DEL CAOS AL CONTROL

Monté mi fábrica desde cero. Empezamos pequeños, sí, pero con visión de grandeza. Cada etiqueta, cada fórmula, cada tarro: todo hecho con la precisión de un loco y la pasión de un pirómano gourmet. No vendemos salsas, vendemos experiencias borderline.

DE INTERNET A LOS ESTANTES

Poco a poco, de los vídeos pasamos a los lineales. Ya no era solo “el tío de los retos”; ahora soy el cabrón que vende el picante más salvaje de España. Y no paro. Ni pienso parar.

LO QUE VIENE

Este imperio no es un capricho. Es un movimiento. Es fuego en vena. Y si estás leyendo esto, o eres parte… o aún no sabes que vas a serlo.